
Para el Gobierno chino el censo es necesario para sentar las bases de las políticas de educación, cuidado sanitario, empleo, beneficios y ayudas sociales. Pero censar a las personas parece que no será una tarea fácil. La gente se resiste a ofrecer datos ya que desconfían del uso que pueda hacerse con la información recolectada. Tampoco quieren sacar a la luz la información sobre cantidad de hijos que pueden no estar registrado, para evitar multas que impone la política de hijo único.
En esta oportunidad el censo tiene algunas características que los diferencian de los cinco censos realizado en la historia del país asiático. Por ejemplo, por primera vez se contará a la gente en el lugar en el que reside, no donde está registrada legalmente. China tiene un estricto sistema de registro, conocido como hukou, que ata administrativamente a cada ciudadano a su lugar de origen. Este sistema, largamente criticado y cuestionado, niega en la práctica el acceso de los emigrantes procedentes de otras provincias a servicios sociales, como el desempleo, el seguro médico o la escolarización gratuita de sus hijos. La encuesta de 18 preguntas tendrá un coste de 700 millones de yuanes (unos 75 millones de euros). Por primera vez se incluirá a los extranjeros residentes en el país.
Pekín espera que los datos recogidos permitan cuantificar mejor los cambios demográficos ocurridos y el tamaño de las ciudades, que se encuentran en un rápido proceso de mutación. También mostrará el nivel de desequilibrio de género en este país en el que la preferencia de las familias por un hijo varón lleva a muchas mujeres a abortar si se encuentran embarazadas de una niña, y permitirá obtener datos recientes sobre el envejecimiento de la población, uno de los grandes retos a los que se enfrenta el Gobierno.
El Gobierno ha dado garantías de que mantendrá la confidencialidad de los datos y ha asegurado que realizará descuentos en las multas a aquellas familias que registren durante el periodo del censo a los hijos que no están declarados. Por todos lados han sido desplegadas pancartas verdes con eslóganes animando a la población a que coopere, un cambio curioso, ya que las pancartas de propaganda chinas son normalmente rojas.
Algunos han colgado mensajes en Internet con sugerencias para esquivar el censo, que indican "Cuando llamen a tu puerta, abre, pregunta a qué vienen, responde que no estás disponible en ese momento y diles que te pidan una cita. Luego, cierra la puerta".
Habrá que esperar hasta abril de 2011 para ver si hicieron caso y poder informarnos cuántos chinos hay en la actualidad, recordemos que representan el 20% de la población mundial. Quién no tiene un asiático en la cuadra?.
Fuente
elpais.com


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