Me gusta homenajear a grandes del cine, y hoy me toca despedir a un actor especial que nos hizo reír, reír hasta doler la panza. A los 84 años, Leslie Nielsen se fue a divertir a los ángeles, podemos decir que se dio el gustazo de trabajar en decenas de películas, a lo largo de 60 años de carrera artística. Se casó 4 veces y tuvo dos hijas, Maura y Thea. Un hombre completo, la verdad que uno miraba ese rostro y ya causaba gracia por ser un disparador a miles de escenas de películas inolvidables donde la risa era la expresión que nos brotaba de nuestras caras de espectadores. Nielsen nació en Regina, Canadá el 11 de febrero de 1926 y falleció en Florida, EE.UU. el 28 de noviembre pasado, a causa de una neumonía, que lo mantuvo internado durante varios días.
Es mundialmente conocido por su personajes como el teniente Frank Drebin de "La pistola desnuda" y "Y Dónde está el piloto?" pelis que lo llevaron a consagrarse en el género de comedia y que lo inmortalizarán por siempre. El humor sano, creíble, escenas cargadas de una interpretación cómica única e irrepetible.
Algunas perlitas que encontré revisando su biografía es que cuando Leslie era un recién nacido, la familia dejó la ciudad y se trasladó cerca del círculo polar ártico, donde Leslie enfermó de raquitismo, que le dejó las piernas arqueadas y una característica forma de caminar. Los primeros años de su vida fueron difíciles porque su padre era un hombre estricto y violento. Si lo hacía reír, se ahorraba un bofetón, por eso, desde niño desarrolló un genial sentido del humor.
En 1956 se estrena su primera película llamada el El Rey Vagabundo, lo que le abrió nuevos horizontes en la tv de los años ´60, protagonizando dramas e interpretando al asesino o al malo de la historia. Esto lo convirtió en uno de los actores más famosos de Hollywood. Su pelo cano y su cara de telefilme es el icono más perdurable de todo un capítulo en la historia de la moderna comedia americana.
También ofreció su apoyo a organizaciones benéficas en Ontario y era embajador de Unicef en Canadá. En 2004 recibió un homenaje en la gala "So the World may Hear" por sus ayudas humanitarias.
Me encontré con una curiosidad acerca de la transformación de Nielsen en cómico. Resulta que en la película "Aterriza como puedas" en la escena en que el actor, en la piel del doctor Rumack le preguntaba a Robert Hays si puede pilotear el avión y aterrizarlo. “Eso no me lo dirá en serio”, replicaba Hays, que en el original decía “Surely you can’t be serious?”, que venía a ser más o menos lo mismo. La fonética de ese "surely" inspiraba el juego de palabras que convirtió la réplica de Nielsen en todo un clásico: “I’m serious. And don’t call me Shirley” (“Hablo en serio. Y no me llame Shirley”). En la traducción al español, la frase fue sustituida por “Muy en serio. Si quiere, se lo repito”, o sea que no fue nada gracioso. Pero significó para el actor el paso a sus célebres personajes de comedia.
Rescato una entrevista que ofreció al diario El País donde Nielsen expresa "La gente me quiere, formo parte de sus vidas y a mi me encanta que sea así. Eso es la gran virtud del humor, que la gente te relaciona con los buenos momentos, con sus buenos momentos. Mucha gente, en todo el mundo, me para por la calle y se dirige a mi como Frank [por Frank Drebin, su personaje en la trilogía de Agárralo como puedas] y eso me hace sentir orgulloso porque significa que he conseguido transmitir algo. ¿Sabes? Siempre he considerado Aterriza como puedas y las tres partes de Agárralo... como mi particular pirámide, el monumento que siempre estará ahí, lo que la gente recordará cuando me haya ido: nunca podrán quitarme eso". Y así será, quedará en nuestra lista de favoritos, como uno de los mejores cómicos que nos hicieron pasar bellos momentos de risa y genialidad.
Fuentes
elpais.com
wikipedia.com
lavoz.com.ar
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